¡Adiós!… ¿mamacita?

El piropo se ha entendido como una de las maneras más comunes de ligue en nuestro país, pero ¿qué tan correcto es en algunas de sus versiones?

 

Texto por JOYclub, plataforma y comunidad de sexualidad libre.

 

Picardía latinoamericana

 

Una de las formas más comunes de cortejo y que suele ser un distintivo de la picardía del latinoaméricano es el piropo, una práctica que ha trascendido con el tiempo y que, aunque existe en todas partes del mundo, es mucho más frecuente encontrarla como parte cultural en los países hispanoparlantes.

 

Aún cuando en la actualidad el piropo tiene una reputación más inclinada hacia el “lado malo” que al “lado bueno”, en sus orígenes no tenía una intención vulgar, sino todo lo contrario.

 

Orígenes

 

Se dice que el ‘piropo’ como tal surgió cuando los miembros de las cortes reales de Europa no podían controlar sus pasiones, consideradas una conducta propia del vulgo. Como alternativa para la declaración de su amor, optaron por la seducción mediante palabras encantadoras y sensuales, y así fue como los cortesanos de los siglos XII y XIII se convirtieron en verdaderos expertos en los artilugios de “hacer la corte”, dentro de las res- tricciones de su mundo y su cultura con la finalidad de enamorar y de consumar su amor.

 

Hoy en día

 

El piropo es un asunto controversial, ya que para algunas sociedades puede resultar un acto que violenta la moral, mientras que para otras, la emisión de piropos pasa en cierta medida inadvertida. Lo cierto es que, con el paso del tiempo, estos halagos y galanteos han devenido en frases simples y burdas.

 

Mamacita

 

Estas frases suelen convertirse simplemente en expresiones en las que se utilizan palabras con doble sentido y que hacen referencia a lo “rico” o “bueno” que está algo. Tal es el ejemplo de cuero, bizcocho, mango, forro, etc. Pero un piropo (y todas sus frases que de él se derivan) que llama peculiarmente nuestra atención es el de  “mamacita”. ¿Cómo puede algo relacionado a la palabra “mamá” tener también una intención o connotación sexual?

 

La palabra “mamacita” es una palabra en español que en el contexto de un piropo se utiliza para referirse a una mujer atractiva o sensual.

 

Existen teorías que intentan dar con una explicación y una de ellas sugiere que la expresión “mamacita” proviene del término “mamaíta” o “mamita”, son diminutivos de la palabra “madre”.  Según esta teoría, la expresión se habría utilizado originalmente como un término cariñoso para referirse a una mujer que cuida de los demás, como una madre y con el tiempo, se habría utilizado para referirse a mujeres jóvenes y atractivas en general.

 

Otra teoría sugiere que el piropo proviene de la exclamación que se emite cuando se quiere expresar asombro ante alguna situación y se utiliza coloquialmente el “ay, mamá”, “¡ay, mamita!, “ay, mamacita”, etc., por lo que, al ver a una mujer que causaba impacto por su físico, era común usar también estas expresiones, y tal como se suele dar en el español, la expresión se fue acotando hasta simplemente usar la palabra “mamacita” como piropo hacia una mujer atractiva.

 

Saber usarlo

 

Sea cual sea el origen, es importante destacar que el uso del término “mamacita” puede ser considerado ofensivo o denigrante para algunas personas, especialmente si se utiliza en un contexto sexual o sin consentimiento.

 

Con la evolución que hemos tenido en materia de los derechos de cada género, lo que sí y lo que no está permitido, los piropos no son precisamente malos si se sabe dónde, cómo y con quién, incluso, pueden ser un aliciente a la hora de querer encender la pasión.

 

Escribo y lo que surja.