En la piel

La obra de Ricardo Modi habla de la piel y de las huellas del paso del tiempo por ella y lo hace incomodando al espectador y a la sociedad.

 

Fotógrafo nato

 

Ricardo Modi es un fotógrafo mexicano nacido en Cuernavaca, Morelos. Empezó sus estudios en fotografía a muy corta edad, 14 años, cuando ingresó al Centro Morelense de las Artes para estudiar un diplomado de fotografía de dos años. “Desde entonces ya sabía muy bien que me quería dedicar a la fotografía pero no sabía bien a qué rama dirigirme”.

 

Más adelante, entró a estudiar la licenciatura en Artes en la Universidad Autónoma del Estado de Morelos, pero se dio de baja para viajar a Guadalajara a encontrar su verdadera pasión. “Ahí conocí a muchos artistas que hacían fotografía construida y explotó en mí el gusto por la imagen. Finalmente había encontrado lo que tanto había buscado”.

 

En busca de la feminidad

 

 

Al regresar a Morelos retomó sus estudios y fue cuando empezó verdaderamente su discurso y su estilo elaborando retrato construido donde el color y la figura femenina siempre fueron los protagonistas. “Después incorporé a mi obra a hombres de la comunidad LGBT buscando la feminidad en ellos”.

 

El retrato construido

 

La foto construida, en general, se dedica a trabajar con el imaginario personal. No se trata de buscar una fotografía en la calle o en el paisaje, se trata de construirla en espacios que sean interesantes y con objetos que se tengan al alcance. En este estilo, los artistas rompen con el concepto de foto directa o instante decisivo y se convierten en auténticos directores de escenografía de una realidad ficticia, artificial y manipulada. “Y en cuanto a los modelos a mí no me gusta fotografiar a profesionales, sino a personas comunes que sean ajenas a todo lo relativo al modelaje para así poder obtener fotografías más sinceras”.

 

Ricardo no deja nada al azar al momento de crear sus imágenes. “Siempre hago bocetos antes de cada serie. Planeo los colores, las luces, el tipo de persona que voy a retratar. No me gusta dejar cosas al azar pero no siempre salen las cosas como se planean. Además, pienso mucho en el tamaño que usaré porque esto genera experiencias completamente diferentes. También tomo en cuenta, antes de comenzar, el espacio donde voy a exponer para tener en mente las dimensiones”.

 

 

Los proyectos fotográficos de Modi usualmente se generan sin tener al modelo para después buscar a las personas indicadas para protagonizarlos, “pero me ha pasado que veo a alguien y me interesa retratarla y construir alrededor de ella toda una escena. Hay personas que me inspiran”.

 

Ricardo sabe que estar frente a una cámara es intimidante, por eso siempre trata de que la persona no se dé cuenta de la cámara.

Además, es muy importante respetar a la persona y llevarla a un estado de mucha confianza en la que se sienta cómoda. Esto lo logro haciéndoles plática y manteniéndome seguro y tranquilo”.

 

Para obtener sus imágenes Ricardo trabaja en solitario. “He trabajado en equipos pero me he dado cuenta de que si involucras a más personas en una fotografía, el resultado cambia. Sin duda, muchas veces ayuda tener gente que te apoye, pero usualmente trabajo solo para tener el control y que el modelo no me supere o me opaque, sino que pueda mostrar su lado más vulnerable”.

 

Violencia y religión

 

 

Sí, sin duda sus obras tienen un lado violento, sin embargo, “no me gusta mostrar la violencia directamente en mis fotos porque creo que vivimos muy rodeados de violencia y nos hemos acostumbrado a ello y no busco generar más. Lo que quiero es hablar sobre el tema pero de una forma muy difuminada, con picardía y con cierto humor. No me gusta la fotografía obvia”.

 

En cuanto a los temas religiosos, a Ricardo le gusta trabajar con ellos porque recuerda que la casa de su abuela estaba llena de cuadros religiosos, específicamente de ángeles con los cuales no se podía identificar porque eran rubios y de tez blanca. “Cuando los veía me preguntaba por qué yo no era como ellos. Eso me causó un poco de conflicto siendo niño. Sin embargo, al ver también el cuadro de la virgen de Guadalupe me sentí identificado. No soy religioso pero me gustan mucho los elementos estéticos de la Virgen. Así que mis proyectos son con ella pero con un toque más humano”.

 

Controversia

 

La obra de Modi no es fácil de observar y ha sido rechazada en varías ocasiones. “Siempre he tenido conflicto con el público que mira mis obras. Tal vez, de manera inconsciente, busco una reacción del espectador. Sé que en este país indigna más el meterse con temas religiosos que una mujer asesinada. En muchas exposiciones me han censurado o la gente simplemente se retira”.

 

 

Y esto no solo pasa por el tema sino también por los colores y el manejo de la impresión de las fotografías. “Yo trabajo las fotos para que cuando alguien las vea pueda observar los detalles de la piel. Más que mostrar el cuerpo desnudo me gusta mostrar la piel, pues es un mapa de experiencias y vivencias que hacen única a una persona. Me gusta trabajar con lunares, cicatrices. La gente muchas veces se impacta con eso, con el detalle que se puede observar, algunos hasta se incomodan”.