La mujer detrás del volante
Platicamos con Tatiana Calderón, quien nos habló sobre su meta de ser parte de la élite del deporte a motor.
Texto: Alexis Mustri Guindi
Sus inicios…
Desde su primera carrera en karts, Tatiana dio muestras de contar con un talento especial y una destreza para ir más rápido que otros, encontrando los límites instantáneamente. No le tomó mucho tiempo darse cuenta de que quería dedicar su vida al automovilismo. Con el apoyo incondicional de su familia, se embarcó en una carrera deportiva, incluso antes de terminar sus estudios.
Disciplina, trabajo duro, dedicación y determinación han impulsado su deseo de éxito en un deporte en el que ella cree firmemente que hombres y mujeres pueden competir en igualdad de condiciones, a diferencia de otras disciplinas. Durante su carrera, ha obtenido logros sin precedentes para las mujeres en el deporte a motor, aunque sus verdaderos objetivos siempre han ido más allá del género.
¿Qué significa para ti ser una mujer detrás del volante?
Independientemente del género, soy afortunada de haber descubierto mi pasión desde tan temprano y de poder llamar a lo que más me gusta hacer en la vida mi trabajo. Además, poder representar a la mujer en este deporte y poder inspirar a más niñas a perseguir sus sueños es algo que me llena muchísimo. Espero que cada vez tengamos más representación femenina en este deporte y luchar por las mismas oportunidades.
¿Cuáles son los mayores retos a los que te has enfrentado en tu carrera?
El automovilismo puede llegar a ser un deporte en el que tienes que aprender a manejar la frustración, porque hay muchos factores que no controlas. Hay muchas cosas que no dependen de ti ni de tu talento, así que encontrar los patrocinadores y el apoyo para aspirar a poder ganar no ha sido nada fácil. El hecho de ser una mujer en un mundo dominado y pensado por y para hombres no ha sido fácil. Como mujeres, somos diferentes, no mejores ni peores, simplemente diferentes, y por eso necesitamos que los carros estén diseñados para nosotras también; tenemos que entrenar de forma diferente porque nuestros cuerpos son diferentes.
No ha sido fácil ganarse la credibilidad, y al no tener datos de muchas mujeres, aprender qué es lo que necesitamos para rendir a nuestro máximo potencial siempre es ensayo y error, pero en la mayoría de los casos no siempre te dan las oportunidades para demostrarlo. Tener acceso a los mejores equipos también ha sido difícil, pues debido a los estereotipos que nos ha impuesto la sociedad, creen que es un riesgo, y demostrar tu talento en equipos que no son tan competitivos se hace más difícil.
¿Qué sigue para ti?
Quiero seguir compitiendo al más alto nivel. Ojalá poder ganar las 24h de Daytona y las 24 Horas de Le Mans, y volver a la Indycar es mi objetivo principal a futuro.
¿Qué pasa por tu mente mientras manejas el volante?
Cuando estás manejando, no debes pensar, sino enfocarte en la próxima curva y sentir cómo vuelta a vuelta puedes ir más rápido. Ese es mi enfoque cuando estoy en carrera, siempre centrada en el presente.
¿Hay algo más que nos quieras contar?
Agradecer a todos los que nos apoyan, desde mis patrocinadores: Fundación Con Cora de Karol G, Terpel, AVL, el Ministerio del Deporte y Escudería Telmex, porque sin ellos y mi familia no podría seguir disfrutando de lo que más me gusta hacer, que es ser piloto profesional de carreras.
Aprovecho igual para contarles que este año lancé mi libro para niños, llamado “La Niña Más Veloz que El Viento,” cuyo fin es promover la transformación de estereotipos, para que en el futuro veamos más niñas en el automovilismo y más niños en el ballet, sin ser juzgados por los estereotipos o el género.
Todos los recursos de la venta del libro van destinados a la Corporación Juego y Niñez, fundación con la que nos hemos aliado para transformar estereotipos a través de la educación. Espero que muy pronto el libro esté disponible en México y nos transformemos juntos.