También se juega con la cartera

Para millones de mexicanos, asistir a un Mundial no es simplemente viajar: es cumplir una promesa hecha entre amigos, entre generaciones. Pero ese sueño también exige una estrategia financiera tan precisa como un tiro libre bien ejecutado.
 

El presupuesto mundialista frente a la realidad del bolsillo

Se estima que el gasto mínimo para asistir a un solo partido —ya sea en México, Estados Unidos o Canadá— ronda entre los $38,000 y $69,000 pesos por persona. Un boleto, por sí solo, oscila entre los $5,000 y $8,000 pesos. Para alguien que percibe el salario mínimo, esto equivale a trabajar entre 18 y 29 días. Y si el plan es ver tres partidos, los costos podrían equipararse al pago de uno o dos meses de renta en la Ciudad de México, unas vacaciones familiares en la playa o incluso el presupuesto anual para la despensa de una familia de cuatro integrantes.

Ver a la Selección en vivo es una experiencia emocionalmente potente y también una inversión significativa que puede representar hasta el 30% del ingreso anual de un trabajador formal en México. A diferencia de otros países, donde el ingreso promedio permite absorber estos gastos con menor sacrificio, en México el entusiasmo deportivo frecuentemente compite con otras prioridades esenciales como vivienda, salud, educación o ahorro.

 

El costo de la pasión en la economía mexicana

Además, el Mundial 2026 será más caro que Brasil 2014 —entre un 10% y 20% más, según estimaciones— aunque ligeramente más accesible que Qatar 2022 gracias a la cercanía geográfica. No obstante, factores como la inflación global, el encarecimiento de vuelos, hospedajes y el incremento en la cantidad de partidos lo convierten en uno de los eventos deportivos más costosos de la historia.

Incluso para quienes no viajarán, el Mundial deja huella en la economía personal. Años mundialistas implican un aumento considerable en gastos relacionados con el fútbol: televisores nuevos, camisetas oficiales, reuniones en casa o salidas a bares. Aunque parezcan compras menores, el entusiasmo colectivo puede desencadenar decisiones impulsivas si no se cuenta con una planeación previa.

 

Jugar con inteligencia el partido financiero

Planear con tiempo puede hacer la diferencia entre un Mundial inolvidable y uno frustrante. Algunas recomendaciones básicas:

  • Ahorro anticipado: destinar mes a mes una cantidad específica para un “fondo mundialista”.
  • Reserva inteligente: vuelos y hospedaje reservados con anticipación pueden reducir costos de forma significativa.
  • No dejarse llevar por la emoción: evitar compras impulsivas, verificar sitios oficiales para entradas y no caer en reventas.
  • Presupuesto realista: calcular más allá del boleto: transporte, comidas, seguros, souvenirs… todo suma.

Fan zones, transmisiones en plazas públicas, reuniones familiares y amistosas también implican un desembolso. Separar un presupuesto específico para vivir el Mundial desde casa permite disfrutar la fiesta sin comprometer la estabilidad financiera.

Un partido dura 90 minutos, pero una mala decisión económica puede durar años. Ver a la selección es un sueño compartido, pero también debe ser una elección consciente. El Mundial 2026 será inolvidable; el reto está en que también lo sea por las razones correctas.

 

Resumen de privacidad

Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible.
La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.