Yuliett Torres: Anatomía del deseo

Desde un pueblo al sur de Jalisco hasta conquistar audiencias de millones, Yuliett habla de trabajo, maternidad y libertad. En esta entrevista para la portada de Penthouse México, se muestra auténtica, transparente e imparable.

Fotografía: Alex Cordova
MUAH: Geraldine Hercos
Stylist: Santiago Araico
Coordinación: Aarón Zavaleta

 

 

Yuliett Torres: La Esencia Detrás del Reflejo

La historia de Yuliett Torres es un viaje de energía, autenticidad y transformación. “Pues… nací en un pueblo al sur de Jalisco. A los 15 años me mudé a Guadalajara y aquí vivo, enamorada de esta bella ciudad” —comenta ella con una sonrisa que parece iluminar la habitación—. Esa niña que corrió entre árboles, que soñó sin saber aún cómo, sigue viva en cada latido de su rutina diaria, en cada peso que levanta en el gym, en cada post que comparte con sus seguidores.

Su familia marcó la pauta de lo que ella sería. “Vengo de una familia humilde y muy trabajadora, por eso aprendí a trabajar desde muy joven. Sin duda mi abuela fue un gran ejemplo: fortaleza, gratitud y de lucha por lo que se quiere lograr” —dice con sinceridad—. Esos valores se convirtieron en sus pilares. Y aunque su vida ahora se desarrolla con millones de seguidores de fondo, esos pilares nunca se han tambaleado.

Fue un día cualquiera cuando se dio cuenta de qué es lo que quería hacer: estar frente a la cámara, inspirar, mostrar su vida, su cuerpo, su mente. “Siempre he tenido clarísimas mis metas y he trabajado para lograr mis sueños, pero sin duda alguna la vida siempre me ha dado más” —confiesa—. Y lo hemos visto: su perfil como modelo fitness, generadora de contenido, su imponente presencia en redes sociales, su incursión en plataformas de contenido exclusivo. Pero más allá de los números, lo que importa es que ella se mantiene fiel a sí misma.

Enfocada en lo Auténtico

Vivir bajo los reflectores no es fácil, pero Yuliett lo enfrenta con firmeza y honestidad: “No tengo una imagen falsa. No me da miedo mostrarme ante mis fans como realmente soy, y eso es lo que me ha ayudado a ganarme su corazón. Y ser una imagen pública no me hace perder mi esencia”. Su esencia se siente cuando en sus publicaciones aparece alegre y bella, cuando ríe, cuando entrena, cuando abraza el día cotidiano y lo hace suyo.

Del núcleo de sus valores emerge lo que ella cuida día a día: “Mi familia, mi compromiso con mi trabajo, agradecimiento y lealtad”. Palabras sencillas, pero cargadas de significado. ¿Y cómo conjugar maternidad y vida pública? “La comunicación con mi hija ha sido fundamental, y he respetado las decisiones de mi hija de permanecer apartada de mi vida pública” —admite—. Es una respuesta madura, sensible, que demuestra que su rol de madre no está reñido con su faceta de influencer; al contrario, ambas la humanizan.

En sus redes se ven viajes, vida saludable, rutinas de gym… Le preguntamos por cuál de esas facetas es más auténticamente ella. Nos dice: “Todas son auténticas, son parte de mi día a día, por eso lo decido compartir con mis fans” —afirma—. Y es verdad: cuando uno revisa sus publicaciones descubre a una mujer que vive, entrena, inspira, se equivoca, celebra. Su imagen proyecta fortaleza, pero también vulnerabilidad. “Cómo les digo, yo trato de compartirles todo: así como los buenos momentos también los no tan buenos. Solo dejo aparte algunas situaciones que involucren a mi familia y que no se sientan cómodos con que yo lo haga público” —complementa—. Esa mezcla de apertura y respeto define su marca humana.

Frente al Hate

El tema del “hate” en redes es inevitable —y más todavía para alguien que mueve audiencias y modelos a seguir—. ¿Cómo lo maneja? “Siendo muy sincera: me veo al espejo, reconozco quién soy, lo que he pasado y lo que he logrado, y me doy cuenta de que todo el hate viene de un mal lugar y eso dice más de quien lo escribe que de mí” —expresa con convicción—. Y ahí es donde radica su fortaleza: en no permitir que los comentarios externos definan su valor.

Y si hablamos de éxito, ¿qué significa para Yuliett? “Un constante amor de hacer lo que te apasiona y compartirlo con las que lo celebran contigo” —afirma—. Esta es una definición que entona con su historia: amor al trabajo, compartirlo con su audiencia, valorarlo. Y mantenerlo vivo. Lleva como una década creando contenido: “La constancia y el amor de mis seguidores” —dice—, han sido su fórmula para mantenerse vigente, crecer, evolucionar. Pero incluso para una figura tan asertiva, el secreto mayor está en algo más personal: “Algo distinto no, porque no sería yo, y mis seguidores no lo merecen algo irreal”.

En un mundo donde el valor de los likes y las métricas protagonizan los días, explicar qué significa realmente ser influencer puede parecer trivial, pero para ella es distinto: “Sin duda es una gran responsabilidad y considero que debemos enfocarnos en lo positivo siempre”. Esa simplicidad hace que su estrategia no se sienta forzada; se siente honesta, cercana. Y cuando aborda su faceta en plataformas más exclusivas, como OnlyFans, también lo hace con claridad: “Sin lugar a duda mi mayor atractivo es mi lado erótico, y OnlyFans puedo mostrarme como a mis seguidores les encanta”. Y lo dice sin vergüenza, porque su cuerpo, su imagen, su decisión, forman parte de ese yo que abraza.

 

 

Proyectos y Legado

Aunque por ahora se mantiene enfocada en crear contenido, su mente ya está pensando en lanzamientos futuros: “Por el momento estoy enfocada en crear contenido, afortunadamente las propuestas e invitaciones a nuevos proyectos siguen llegando. No descarto en un futuro mi cadena de gimnasio o mi línea de productos eróticos, aunque por ahora estoy invirtiendo en bienes raíces” —cuenta como quien despliega un mapa de posibilidades—. Es ambición, sí, pero no voraz: es consciente, medida, suya.

Y a las mujeres que quieren monetizar su contenido sin perder esencia —tal vez su público más íntimo— les dice: “Sé constante y comprometida con el trabajo. Y siendo tú misma, lo pueden lograr”. Esa es su guía, su luz, su legado personal. ¿Y dónde se ve en unos años? Lo resume en pocas palabras: “A mí realmente no me gustan mucho los cambios. Me veo en proyectos que me sigan acercando a mis seguidores”. Y lo que le gustaría que siga igual: “La cercanía”, y transformar “lo que pueda seguir creciendo”.

“No me gusta cambiar” —diría con un guiño—. Pero sí le gusta crecer.

Y para cerrar, la dejamos con su mensaje directo, como se comparte algo de corazón con quien acompaña el camino: “Gracias, porque nunca dejan de sorprenderme”. Y es justo ese agradecimiento el que sentimos al verla posar en esta portada de Penthouse México: “Me siento muy afortunada por el espacio en esta portada, es algo positivo y sensual para mis fans y su audiencia. Muchas gracias”. Una mujer que sonríe, se muestra, se abre, invita y deja ver que detrás del reflejo y las luces hay trabajo, honestidad y ganas de escribir su propia historia.

No te pierdas las sesión de fotos completa en nuestra edición impresa y digital.

 

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