Descripción
Próximo destino
A veces el tiempo parece alinearse con una intención más grande: el deseo de movernos. Viajar, conducir, mirar el mundo a través de la ventana de un auto o de una sala de cine, es mucho más que entretenimiento; es una forma de recordarnos que seguimos en marcha, que cada kilómetro y cada historia se suman a la ruta personal que cada uno construye. En esta edición decidimos detenernos en aquello que nos impulsa a salir del mismo lugar: la carretera abierta, la reinvención tecnológica de la industria automotriz y el cine como puente de culturas. Distintos caminos que en realidad se cruzan en una misma pregunta: ¿qué hacemos con nuestro tiempo y hacia dónde lo llevamos? Nos subimos al coche para dejarnos llevar por la experiencia pura de viajar. No importa si el destino está a dos horas o a medio día de distancia, lo que importa es la sensación de libertad que produce encender el motor, subir el volumen y dejar que el viento sea testigo Viajar en carretera es una declaración íntima: estamos vivos, nos movemos, seguimos buscando horizontes. Por otro lado, celebramos un momento histórico para quienes aman el automóvil como símbolo de un futuro que ya llegó. El BMW iX3 es el anuncio de una transformación, la prueba de que la tradición puede abrazar la innovación y que el placer de conducir no se pierde en el silencio eléctrico, sino que se multiplica. Cada viaje deja de ser rutina y se convierte en experiencia. Y porque viajar no siempre implica kilómetros, también nos detenemos en el cine. La agenda imperdible nos recuerda que las historias son otra forma de movimiento: nos sacan de lo cotidiano, nos arrastran a mundos desconocidos, nos confrontan con emociones y nos devuelven transformados. Ver una película es, de alguna manera, otra ruta abierta: no con gasolina ni con ruedas, sino con preguntas y memorias. Viajar, manejar, mirar. Tres verbos que sostienen este número y que, en conjunto, nos invitan a pensar el estilo de vida como la suma de momentos intensos y bien vividos. Porque al final, lo que se queda con nosotros no es la velocidad máxima de un auto, la taquilla de una película o los kilómetros recorridos en el mapa, sino la huella íntima que esas experiencias dejan en nuestra memoria.
En una reveladora sesión, Jacky Ramírez es la protagonista. Más allá de la cámara, ella se atreve a romper etiquetas y a mostrarse sin miedos. Celebramos a una mujer que transforma la sensualidad en puro poder y el carácter en una absoluta independencia.