La piel y el tatuaje, una expresión milenaria

Los tatuajes han viajado a través del tiempo resignificando su uso hasta nuestros días, forman parte de las culturas y pensamientos de cada individuo.

 

Un proceso de identidad

 

La piel es el órgano externo más grande del cuerpo humano. Cada piel es diferente y eso, a su vez, nos singulariza. Es por este motivo que aplicar el tatuaje como arte corporal es parte de un proceso de identidad.

Desde el México prehispánico, la presencia del tatuaje era una actividad común en la cual marcaban su cuerpo con significados como distinción entre cada individuo dependiendo de cada situación o acontecimiento que iban viviendo en su cotidianidad.

 

 

Incluso, es un arte tan antiguo que en los 90 se descubrió el cadáver momificado de un hombre fallecido hacía 5,200 años que tenía más de 52 tatuajes en la espalda, posteriormente se fueron encontrando más momificaciones con marcas en su piel, las cuales tenían significados mágicos o espirituales.

 

Práctica histórica

 

En el ámbito global, el tatuaje también es una práctica histórica, la cual hasta mediados del siglo XX estaba estigmatizada, donde tatuadores y tatuados llegaban a experimentar exclusión social. En este sentido, quien tuviera este tipo de arte corporal, era considerado un exconvicto, delincuente o en general un inadaptado social. Sin embargo, también era una manera en la que principalmente las tribus urbanas y pandillas comenzaron a tener una manera de comunicarse entre sí y frente a los demás.

 

No hay mejor ejemplo que lo sucedido con los Mara Salvatrucha, la conocida banda de jóvenes salvadoreños.

 

 

Al respecto, nos comenta Héctor Castillo Berthier, sociólogo del Instituto de Investigaciones Sociales y Coordinador de la Unidad de Estudios sobre la Juventud en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM):

 

Dentro de la Mara Salvatrucha tú te ponías unas gotitas chiquititas negras en el ojo y cada una significaba un asesinato; entonces podías tener dos, cuatro o 15… Además, del otro lado del ojo se ponían crucecitas que representaban a sus muertos: familiares o amigos que habían perdido con el tiempo. Era una simbología entre las personas que habías matado y las personas que te habían matado.

 

De verdad era importante tener un tatuaje y que la gente lo viera, “porque eso daba un sentido, una orientación, una pertenencia, o sea, tenía un sentido simbólico, más allá del tamaño, tenía un sentido de identidad, de representación, de contacto”, explica el académico de la UNAM.

 

Fue así como con el paso del tiempo, el tatuaje se fue olvidando como un ritual y se transformó en estigma. Cuando se dio la unión de los mundos occidental y oriental, el tatuaje se olvidó como parte de una ritualidad, se rompió el mecanismo de identificación y el tatuaje quedó señalado “como una cuestión salvaje que existía entre las poblaciones. Entonces, entre los siglos XVIII o XIX, las comunidades de viajeros en barcos que iban a otros lugares, descubrieron que todavía se seguían haciendo tatuajes”, expone Castillo Berthier .

 

Nueva ola

 

No obstante, llegó una nueva ola encabezada por jóvenes a nivel mundial en la década de los 60 y se popularizó también a través de algunos íconos generacionales, como la estrella del rock Jimmy Hendrix, quien saltaba al escenario mostrando tatuajes en su piel, así como las comunidades de motociclistas y demás personajes urbanos; para todos ellos los tatuajes comenzaron a tomar otro camino, donde socialmente no solo pertenecían a grupos marginados y el juicio fue cambiando de manera paulatina.

 

Y como tantos productos y creaciones que se han visto envueltos en el consumismo, hicieron acto de presencia “las mismas empresas que antes se oponían y dijeron ‘sí, sí, hagamos tatuajes’. “Entonces, yo creo que lo que ha sucedido con el tatuaje es lo mismo que con muchas otras cosas de nuestra cultura: perdimos el sentido de la identidad que tenía para nuestra cultura, se pulverizó frente a la comercialización”, puntualiza Berthier.

 

Este es un pensamiento con el que también coinciden algunos tatuadores de hoy en día, por ejemplo, Relam, dueño del estudio Viuda Negra Conspiracy, quien confiesa:

 

siento que ya no tiene un significado especial como lo era (posiblemente hay muchas personas que lo siguen haciendo, como tatuarse simbolismos de algún ser querido), pero la mayoría hoy en día es por pura estética o por sentirse diferentes.

 

Es así que los tatuajes han perdido significado y desfiguran su sentido de identidad al convertirse en una moda, “aparecen los jóvenes y te dicen que hay que tatuarse. Es tan fácil tatuarse hoy que los hacen cada vez más rápido, entonces hay un paso entre la historia de la formalidad, los estigmas de los tatuajes y la nueva normalidad donde el tatuaje pierde su valor histórico, el sentido de presencia y el de rechazo social”, explica Berthier y concluye: “yo creo que la gente común y corriente deberíamos entender que el tatuaje tiene un origen muy añejo, es un origen que no surge de una cultura, es una cultura universal y se transforma originalmente en una forma de identidad, el tatuaje lo que hacía era distinguir a cierta gente, pero pasa el tiempo y se modifica”.

 

En entrevista, la tatuadora Molly Tattoo, una de las más destacadas en la escena de la CDMX, coincide con esta idea: “simplemente la gente se ha desvirtuado a sí misma y eso lo refleja en su trabajo en un tatuaje, en su vestimenta, en su cabello y hasta en lo que sale de su boca”.

 

Sin embargo, también hay quienes defienden el hecho de que el tatuaje haya cobrado protagonismo en la actualidad, tal es el caso de la tatuadora Ferfy, cuyo estilo se destaca por ser full color, quien expresa lo siguiente: “no considero que sea necesario que haya un simbolismo detrás de un tatuaje, creo que darle un significado a un tatuaje está sobrevalorado, el significado puede ser tan simple como que le gusta a las personas y eso está bien. Creo que mientras más limitantes le ponemos a este tipo de modificaciones, menos apreciamos el hecho de que a veces el significado es simplemente el tomar el control sobre tu cuerpo y modificarlo, o que simplemente te gustó la pieza artística del artista”.

 

Leyendas con historia en la piel 

 

Se dice que el boom definitivo del tatuaje comenzó a mediados de los 90 y principios del nuevo milenio, cuando celebridades e íconos a nivel mundial empezaron a lucir tatuajes.

 

Algunos de los más recordados son Pamela Anderson, quien popularizó el alambre de púas en el brazo; David Beckham, quien empezó a mostrar en las canchas de futbol y campañas de moda luciendo su piel tatuada; y más recientemente artistas musicales como Rhiana, Adam Levine y Ariana Grande, por mencionar solo algunos. A la postre, otros personajes han sido motivo de inspiración social para este arte corporal.

 

En la actualidad, en nuestro país cerca de 12 millones de personas están tatuadas, estima el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred). Eso coloca al país como el número uno en América Latina, con ingresos para los dedicados a esta actividad superiores a 450 millones de dólares, según la consultora IBISWorld.

 

Lo cierto es que el tatuaje es un verdadero arte con una historia realmente impresionante, a pesar de haber perdido cierto valor de identidad, no pierde su valor artístico y va encontrando en nuevos protagonistas una manera de ejercer la libertad de expresión.


Los estilos más buscados

Aunque existe una enorme diversidad de estilos y técnicas, están los que se consideran clásicos, aquí te presentamos algunos de ellos.

 

 

Blackwork: 

Como su propio nombre indica, es un “trabajo en negro”, es decir, solo se trabaja con tinta negra, sin sombras ni tonos grises.

 

Tradicional (Old School):

Son realizados con outliners en negro de grosor diverso y con una reducida gama de colores, así como una perspectiva plana de dos dimensiones.

 

Neotradicional o New School:

La gama de color es amplia, tiene colores fuertes y contrastados para ser más llamativos, utilizando profusión de degradados y sombras.

 

Dotwork (puntillismo):

La técnica del Dotwork consiste en usar puntos de colores dispuestos de tal forma que, vistos con distancia, componen imágenes obvias.

 

Black & Grey:

Este estilo se trabaja solo con tinta negra y es diluida para obtener distintas tonalidades de gris y crear profundidad y sombras.

 

Acuarela:

Los colores se difuminan para crear luces y sombras y los degradados queden perfectamente integrados sin llegar a mezclarse.

 

Japonés Tradicional y Neo Japonés:

Refleja imágenes de máscaras, geishas, samuráis, peces, diablos, dragones, con profusión de colores y realismo.

 

Realista:

El favorito de muchos, están enfocados a reflejar una imagen, fotografía, entre otros. Las líneas se limitan y es a base de sombras.

 

Ornamental:

Son aquellos con un estilo geométrico y abstracto. Los modelos geométricos, las mándalas, las grecas y las flores son los principales.

 

Gótico:

Suelen inspirarse en el cine de terror, ocupan mucha tinta negra, detalles minuciosos y colores fuertes, como el rojo.

 

En la escena de CDMX

Platicamos con algunos de los tatuadores más buscados en tiempos recientes dentro de la Ciudad de México para conocer un poco más de ellos.

 

Nombre del tatuador: RELAM
Estudio donde trabaja: VIUDA NEGRA CONSPIRACY

 

 

¿Cómo fue que empezaste a tatuar?

Por mi hermano, ya que él tenía el estudio hace algunos años y posteriormente me quedé al frente y fui aprendiendo con el tiempo.

 

¿Desde hace cuánto empezaste a dibujar?

Desde que tengo memoria, pero nunca me imaginé hacerlo hasta el día de hoy.

 

¿Es sólo saber dibujar o qué otros factores influyen de manera indispensable para hacer un tatuaje?

Dibujar es importante pero no lo es todo, debe existir siempre constancia, disciplina y mucha responsabilidad al momento de llevarlo a cabo.

 

 

¿Quién es tu inspiración para dedicarte a esto?

Mi hermano, sin duda. Le debo todo lo que hago hoy en día.

 

¿Qué tan complejo consideras que es convertirse en tatuador?

Bastante, pero depende de lo que le entregues al tatuaje porque el tatuaje te da lo que tú le das y muchas personas hoy en día están desviadas de lo que realmente es este arte tan bello, requiere de mucha preparación y compromiso con uno mismo para poder brindar un trabajo de calidad.

 

¿Cuál es el estilo de tatuaje que más realizas y cómo fue que decidiste inclinarte hacia éste?

El lettering, desde siempre me han gustado mucho las letras. Al dibujarlas me siento bastante bien y al igual tener la escuela de mi hermano, de ahí partí desde pequeño.

 

¿Cómo fue que construiste tu visión alrededor de los tatuajes?

Mi hermano falleció hace un par de años y en un inicio lo quise hacer sin saber a dónde me dirigía, tan solo por él, y con el tiempo, encontré a las personas correctas, las situaciones correctas y empecé desde cero con el objetivo de hacer algo significativo, así que volví a la casa de mis abuelos y visualicé poner Viuda Negra ahí y expandirlo a otros ámbitos. Me ha costado una vida, pero todo se está dando como debía y aquí estoy. “Donde  quiera que estés, te llevo conmigo hasta el final, gracias por todo”.

 

¿Cuál es la diferencia entre tú y otro tatuador?

No te lo podría decir, ya que no sé exactamente cómo sean otros, pero me he enfocado bastante en hacer las cosas con mi esencia y en esa esencia siempre trabajo para hacer las cosas bien.

 

¿Qué te habría gustado ser además de tatuador?

Futbolista (risas), aunque soy abogado también, así que estoy haciendo lo que me gusta en general.

 

Nombre del tatuador: FERFY
Estudio donde trabaja: Itinerante

 

 

¿Cómo fue que empezaste a tatuar?

Hace dos años, antes de eso trabajaba en una empresa de software, pero no estaba ahí porque me apasionara, era más porque tenía que cumplir con la norma social de tener un trabajo estable.

 

¿Desde cuándo comenzaste a dibujar? 

Llevo dibujando toda mi vida, nunca he tomado clases de ilustración o de dibujo, pero toda la vida mis papás han sido un gran apoyo y me han comprado todos los materiales de dibujo de pintura que he querido.

 

¿Es sólo saber dibujar o qué otros factores influyen para hacer un tatuaje?

Es una opinión un poco controversial eso de que no se necesita saber dibujar para ser un buen tatuador, pero ayuda muchísimo si ya tienes bases de dibujo e ilustración porque hay muchos conceptos que son muy similares en el tatuaje.

 

 

¿Quién es tu inspiración para dedicarte a esto?

Hay algunas personas que admiro mucho, por ejemplo, Daria Stahp, Maraden tattoo y Sasha Unisex, ellos son grandes tatuadores que hacen algo muy similar a mi estilo.

 

¿Qué tan complejo consideras que es convertirse en tatuador?

No sé si sea complejo, pero sí creo que dar el brinco pueda ser un poquito aterrador, es todavía un oficio al cual se le tiene tabú, muchas personas consideran que hay un grupo específico de gente que se tatúa y hace tatuajes, entonces hay que vencer ese miedo a entrar en este grupo tabú para poder dedicarte a esto y verlo como realmente es: una expresión artística.

 

¿Cuál es el estilo de tatuaje que más realizas y cómo fue que decidiste inclinarte por este estilo?
El estilo de tatuaje que yo hago se llama full color, y me enfoco mucho en mantener las formas simples y los colores un poquito más atrevidos.

 

¿Cómo fue que tuviste esa visión de los tatuajes?
Simplemente se sentía bien, el arte es difícil, definir qué parte de nuestro cuerpo, mente y emociones mueve y para mí hacer este tipo de tatuajes es lo que me hace sentir quien realmente soy y no algo que no es, es lo más fiel a mi esencia.

 

¿Cuál es la diferencia entre tú y otro tatuador?

Todos los tatuadores tenemos rasgos distintos, la diferencia entre yo y otro es que somos personas diferentes con visiones y tratos diferentes, no significa que sea uno mejor o peor, no hay puntos de comparación, simplemente cuando estamos trabajando en un proyecto, es un momento personal y la manera en que lo abordamos es única.

 

¿Qué te habría gustado ser además de tatuador?
Si pudiera regresar el tiempo, creo que me hubiera encantado dedicarme a la biología marina, me encantan los animales, y me encanta estar cerca de ellos.

 

Nombre del tatuador: MOLLY TATTOO

Estudio donde trabaja: MANOSACRASTUDIO

 

 

¿Cómo fue que empezaste a tatuar?

Tenía 17 años, y como todas mis amigas no se iban a tatuar, le dije a mi novio de ese entonces y lo tatué a él y de ahí a sus amigos, ya que los míos eran muy pequeños. De ahí pasó mucho tiempo, hasta ahora que realmente me dediqué a esto.

 

¿Desde cuándo comenzaste a dibujar? 

Siempre dibujé, me encantaba dibujar y en la escuela nos preguntaban si queríamos concursar en “El Niño y La Mar”, entonces siempre me metía a todos los concursos, de caligrafía, de dibujo.

 

¿Es solo saber dibujar o qué otros factores influyen para hacer un tatuaje?

Es fundamental. No importa a lo que te quieras dedicar profesionalmente, debes darle seriedad y tener un background. Entonces, empezar paso a paso porque hay gente que se desespera y hay gente que quiere brincar de aquí a acá; todo el cambio es evolutivo.

 

¿Quién es tu inspiración para dedicarte a esto?

Muchisímos tatuadores me inspiraron, como Pedro Álvarez, Pablo Ash, mi tatuador que se llama Lars Uwe, o sea, hubieron muchos artistas que me influenciaron para mi corriente, entonces como que mezclo muchas cosas de distintos tipos de corrientes que me gustan, también influyen mucho artistas como poetas y escritores.

 

¿Qué tan complejo consideras que es convertirse en tatuador?

Depende el tipo de profesionalismo que quieras darle al trabajo, en todo hay una enfoque, un nivel, de lo que tú crees que puedes dar. Mi mamá podría ser tatuadora, pero tal vez lo que ella podría proponer, no es lo mismo que otra persona.

 

¿Cuál es el estilo de tatuaje que más realizas y cómo fue que decidiste inclinarte por éste?

Ahora le llaman neo nouveau y quise adaptarlo porque mi estilo se confundía con el neo tradicional, basado en el tatuaje tradicional, y el neo nouveau está basado en el art nouveau, está diferenciado en que uno parte de una corriente artística y otro parte de una corriente de tatuaje.

 

 

¿Cómo fue que tuviste esa visión de los tatuajes?

Lo que me gustó de tatuar fue que podía crear algo para alguien, tal vez los clientes tienen una visión un poquito más limitada gráficamente como para representar cosas de su vida y yo soy buena aterrizando esas ideas. Además, me gusta el trabajo en equipo y convivir con gente.

 

¿Cuál es la diferencia entre tú y otro tatuador?

Aprecio que cada persona es única, entonces si tú realmente aprecias tu autenticidad e individualidad, pues ni siquiera hay competencia, no hay envidia, celos de otra persona. Tengo muy claro que yo soy una persona única en el mundo y que lo que yo puedo dar, nadie más lo puede dar.

 

¿Qué te habría gustado ser además de tatuador?

Me gusta mucho trabajar con gente, de hecho tenía planes de hacer un círculo de mujeres y poder apoyar a gente con quien hemos vivido las mismas experiencias y no tenemos un círculo de apoyo, sin que sea una terapia sino para platicar.