Cuatro Ciénagas, Coahuila

El corazón de Coahuila

Nos adentramos en el corazón de uno de los tres gigantes de la frontera norte: Cuatro Ciénegas, Coahuila.

 

 

Tierra de dinosaurios

 

En el majestuoso estado de Coahuila se ubica Cuatro Ciénegas, el cual debe su nombre a los manantiales formados en los cuatro puntos cardinales que delimitan el municipio y que en 1761 se empantanaban creando ciénagas, siendo lo primero que impresionó a sus fundadores.

 

No es de extrañar, ya que en este estado el surgimiento de la vida ha sido una constante desde tiempos inmemoriales, no por nada, Coahuila es considerada tierra de dinosaurios.

 

Reserva de la Biósfera

 

Por ello, el principal atractivo turístico de Cuatro Ciénegas es su Reserva de la Biósfera.

 

Hace millones de años toda la zona era un mar interior, con el tiempo, entre formaciones montañosas de rocas marinas, el agua se fue secando y creó un ecosistema único. En su parte más visible surgieron múltiples oasis en medio del desierto, pero debajo de ellos aún subsiste una red de ríos subterráneos, pozas, manantiales, estanques, lagos y ciénagas.

 

Algunas de estas maravillas acuíferas forman parte de un programa de protección del gobierno, donde el atractivo principal son sus paisajes, sin embargo, hay otras que son de libre acceso para la práctica de actividades turísticas.

 

Cuatro Ciénagas

 

Cuatro Ciénegas está a una hora de Monclova, entre Saltillo y Torreón yendo hacia el norte.

 

Sus pintorescas calles y acabados coloniales de principios del siglo XIX lo han llevado a ser considerado un Pueblo Mágico. Tiene mención honorífica en su gastronomía ya que es una comunidad vitivinícola y ofrece diversos platillos para deleitar el paladar de sus visitantes como el cortadillo, que es carne bañada en trozos, acompañada de una salsa especial y tortillas de harina. Otra de sus especialidades es el queso con chile, la machaca o los tacos piratas.

 

Si te gusta la fotografía, te mostramos algunos lugares que no te puedes perder en tu próxima visita.

 

Dunas de yeso

 

Dunas de yeso, coahuila

 

Este paraje desértico pareciera estar hecho de nieve. Su extensión es aproximadamente de 800 hectáreas en donde aparecen manantiales, arroyos y lagunas. El blanco inusitado que lo conforma se debe a formaciones de calcio que son residuos fósiles y geológicos de lo que fuera un mar antiguo. Se trata de un tipo de sales y minerales tan pesados que al acumularse alcanzan diversas formas monumentales.

 

Se encuentra a 14 kilómetros del poblado de Cuatro Ciénegas y se recomienda su visita al atardecer para poder ver como el sol se transforma en un espectáculo de colores cálidos.

 

LA POZA AZUL

 

La joya de la corona se encuentra ubicada a 9 kilómetros del poblado de Cuatro Ciénegas. Posee una profundidad de cinco metros y el agua es tan cristalina en algunas partes que se puede apreciar la vida que juguetea en el fondo. Es un área natural protegida por lo que no es posible meterse a nadar, pero a cambio, uno llega a pensar que está en el Caribe debido a los múltiples tonos de azul y verde que se entrelazan para ofrecer este espectáculo de la naturaleza.

 

Se puede caminar hasta el sendero interpretativo “El Borbollón”, un manantial donde el agua brota.

 

Minas de mármol

 

Minas de mármol

 

A 23 kilómetros de Cuatro Ciénegas, en la loma de San Marcos, se encuentra esta locación que en otro tiempo fue una mina de travertino, material parecido al mármol. La mina dejó de ser explotada por un decreto gubernamental, lo que dio lugar a que se convirtiera en un sitio dedicado al turismo.

No es para menos, las superficies lisas de grandes bloques moldeados por la actividad humana, ahora son el hogar de especies endémicas de la región. Tan solo se puede acceder en auto y el calor es arduo, por lo que se recomienda ir bien preparado para la aventura.

 

Bodegas Ferriño y Vinos Vitali

 

Bodegas Ferriño

 

No es una primicia que en este estado se cultiven algunas de las mejores cepas en México para los amantes de los vinos. Sin embargo, visitar los lugares en donde se lleva a cabo su producción y pasar un día entre los viñedos para terminar catando elixires con una tradición vitivinícola de más de 200 años, son palabras mayores.

 

Puedes visitar este par de bodegas ubicadas al norte del poblado. Distinguirás que estás cerca por las enormes barricas que resguardan el vino y una arquitectura que no pasa inadvertida. Como dato curioso, de aquí es el famoso vino de consagrar, Sangre de Cristo.